Psicóloga para terapia de pareja en Granada

¿Sufrir una crisis de pareja tiene solución?

En Celabpsi somos especialistas en terapia de pareja y la experiencia con multitud de parejas nos garantiza que salvar la relación es posible. Pongámonos en marcha. 

Experta en Terapia de pareja en Granada Patricia Pérez Huertas

Licenciada en Psicología por Universidad de Granada
Posgrado en Psicología General Sanitaria.
Colegiado nº A010317
Psicóloga en Granada

Bienvenidos a CelabPsi
Tu PSICÓLOGA PARA TERAPIA DE PAREJA EN GRANADA

Bienvenidos a CelabPsi, somos un centro de psicología en Granada ubicado en el camino ronda 82, en Granada. En nuestro gabinete realizamos terapias de pareja adaptando el tipo de intervención a las características y problemáticas personales.

Desde CelabPsi te animamos a solicitar una consulta. En ésta podremos aclarar tus dudas así como valorar si la psicoterapia es el recurso más adecuado para la situación que estás/estáis atravesando y, en tal caso, de qué manera podemos hacerlo.

Nuestro servicio de terapia de pareja en Granada se encuentra entre los recursos más demandos en estos momentos. Muchas personas se encuentran desbordadas e intentar solucionar los conflictos que pueden estar surgiendo dentro de la relación. Como profesionales en terapia de pareja somos conscientes de que las relaciones no son fáciles y la convivencia en algunos momentos de la vida resulta muy complicada. Es muy posible que las relaciones ante los problemas personales, las crisis, los cambios y/o simplemente por la convivencia las parejas sufran un desgaste de diversos problemas internos y externos. Lo importante es prevenir ciertas situación y que los miembros de la pareja puedan ir adaptándose a los cambios, haciendo uso de los recursos de los que disponen y el psicólogo en terapia de pareja le ofrece para dar solución a las distintas situaciones.

¿Cómo nos ayuda el psicólogo en una ruptura o divorcio?

Enfrentarnos a una ruptura de pareja es una etapa cargada de emociones intensas y difíciles.  Para poder enfrentarla es importante conocernos y llevar a cabo una correcta gestión de las emociones, por lo que recibir la ayuda de un psicólogo en terapia de pareja te guiara en este proceso para ver un futuro con esperanza.

Entendemos que si has pasado por un divorcio o una ruptura de pareja reciente tengas la sensación que todo deja de tener sentido y el mundo se te viene encima. Pero, queremos que sepas que, afortunadamente, todo pasa, incluso el dolor. Nuestra psicóloga para terapia de pareja en Granada puede aliviar el sufrimiento y guiar a quien lo necesita a través de los pasos necesarios para afrontar las fases del duelo de una forma saludable.

En Celabpsi, te ayudamos a analizar la situación de forma más objetiva, gestionando tus emociones, reconstruyendo tu autoestima y consiguiendo salir de la sensación de tristeza, pena y desasosiego que ha dejado la separación.

Somos conscientes que una ruptura o divorcio es una etapa difícil y llena de dolor. Para poder enfrentarlo es importante un correcto manejo de las emociones, por lo que la ayuda del psicólogo para terapia de pareja te acompañará en este proceso para que puedas ver el futuro con esperanza.

¿Cómo podemos superar un divorcio o ruptura?:Proceso de duelo

Vivir un divorcio o una ruptura de pareja es caracterizada por la necesidad inevitable de pasar por una etapa de perdida, de duelo. El psicólogo de terapia de pareja en Granada de Celabpsi define el duelo como el periodo de tiempo en el que tenemos que enfrentar el dolor y rehacernos después de la separación para poder superar la ruptura sentimental. Duelo, significa dolor. Cuando enfrentamos una ruptura no solo tenemos que elaborar la pérdida de la persona amada sino también de todas las expectativas, esperanzas y la “inversión” que hemos depositado a lo largo de la relación..

Por ello, encontraras sentido a la expresión «hemos perdido el tiempo» de la mayoría de las personas que han tenido una ruptura. Es normal que la persona vea frustradas sus expectativas de futuro, ilusiones y sienta que todo lo que ha hecho por cuidar y amar a la otra persona no ha valido para nada o no ha sido valorado por el otro/a.

Con el tiempo y la ayuda del psicólogo para terapia de pareja conseguiremos disminuir ese dolor, afrontando cada fase del duelo de una forma sana para, finalmente, superar una ruptura amorosa.

Fases del duelo

¿Quieres saber en que etapa te encuentras? Identificar la fase en la que nos encontramos nos ayudará a sentir que no estamos tan perdidos como creemos. Las etapas del duelo no suelen presentarse de forma ordenada, sino que pueden intercalarse o incluso solaparse, y es frecuente retroceder a una fase anterior que se creía superada.

Las fases del duelo amoroso son las siguientes:

  • Negación: no aceptas que la relación ha terminado, puedes entrar en estado de shock y sentir la sensación de que la ruptura no es real u obsesionarte con volver a la relación sea como sea. En esta etapa pueden aparecer síntomas de ansiedad como insomnio, mareos e hiperventilación y si la ansiedad llega a ser extrema pueden llegar a producirse crisis de pánico.
  • Culpa: esta emoción es compartida tanto por el que abandona como por el abandonado. Para superar la culpa es necesario hacerse consciente de que una relación es siempre cosa de dos. Hacerse responsable de la parte en la que uno se ha podido equivocar es necesario para no volver a cometer los mismos errores en el futuro, pero si esa toma de conciencia no viene seguida del perdón hacia uno mismo podemos dañar nuestra autoestima y llegar a creer que “si el otro no quiere estar conmigo es que no lo merezco o no valgo lo suficiente.”
  • Desesperanza: en esta etapa la emoción principal es la tristeza. Es cuando te haces consciente de la pérdida. Este dolor nos hace conectar con un sentimiento profundo de vacío y soledad y podemos llegar a tener la sensación de que no vamos a poder vivir sin el otro. Aquí aparece el miedo a no poder volver a amar o ser amado, a no ser capaz de superar la ruptura.
  • Rabia: cuando nos abandonan o cuando una relación de pareja se rompe, nos sentimos frustrados, heridos, es natural sentir rabia hacia la otra persona. No nos podemos quedar estancados en ella ya que si lo hacemos, seguiremos vinculados emocionalmente de forma negativa a la otra persona. Cuando una persona tiene rabia durante años hacia una expareja significa que el proceso de duelo no está realmente elaborado.
  • Aceptación: este es el punto de inflexión para poder mirar hacia delante y entrar en una nueva etapa. Aceptar que la relación se ha terminado y que puedes vivir sin el otro es fundamental para recobrar la ilusión y sentirte fuerte para iniciar la reconstrucción de tu vida.
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¿Puede la de terapia de pareja ayudarnos con problemas de comunicación en la relación?

Si tu pareja y tu os queréis y seguís enamorados, es el momento de daros una nueva oportunidad. Antes de nada, es necesario fijarse en los problemas que están dificultando la relación de parea. Entre los problemas más habituales y que más suele afectar a una relación es la falta de comunicación entre ellos. La incapacidad de la pareja para establecer una comunicación efectiva.

¿Sientes que no puedes hablar como antes? ¿tienes miedo a hablar ciertos temas? ¿me resulta imposible hablar sin discutir? ¿Estás en un punto en el que no sabes como mantener la comunicación sin discutir?

¿A qué se deben los conflictos de pareja?

Los problemas en la comunicación de pareja son muy comunes e impiden el buen funcionamiento de la pareja. En la inmensa mayoría de los casos, existe una dificultad o se ha deteriorado la habilidad de hablar el uno con el otro.

La habilidad de decir a la otra parte de la pareja nuestros sentimientos y deseos es muy importante en cualquier relación. Para que la relación de pareja crezca sana, las esperanzas, sueños y problemas deben ser compartidos.

Causas de los problemas de comunicación

  • Malos entendidos que no se han resuelto. Si no se hablan a tiempo, se acumulan.
  • Comunicación superficial. No se habla de lo realmente importante para el otro o no sabemos escuchar al otro o hacerle sentir que le escuchamos.
  • Poca disposición o conocimiento para arreglar los conflictos.

Síntomas de los problemas de comunicación

Entre los síntomas que nos indican la falta de comunicación encontramos:

  • Una de las partes está excesivamente ocupada y no dedica tiempo de calidad a la otra.
  • Ya no se hacen actividades de forma conjunta.
  • No se encuentra diversión en hobbies que antes sí la tenían,
  • Los horarios han cambiado y no hay momentos en los que la pareja se pueda relajar y hablar.
  • Las discusiones son constantes.
  • Uno o los dos miembros de la pareja tiene miedo a hablar con el otro.

Consecuencias de la falta de comunicación en las parejas

La mala o inexistente comunicación trae muchas consecuencias negativas, y a la larga acabar con la energía e ilusión de cada miembro de la pareja. Algunas de las consecuencias más comunes son:

  • Posible infidelidad de una de las partes.
  • Faltas de respeto constantes.
  • Acudir a alguien externo para sentir más confianza.
  • Insatisfacción personal.
  • Problemas sexuales o falta de deseo sexual.
  • Ruptura de la pareja.
  • Terapia de pareja para resolver los problemas sociales y timidez

Poner remedio con una terapia de pareja adaptada os proporciona estrategias de comunicación eficaces. Aprenderéis a escuchar al otro, a expresaros de forma clara, respetuosa y asertiva. Con el aprendizaje y cambio de actitud la relación se afianzará.

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“Nunca por encima de ti, nunca por debajo de ti, siempre a tu lado.” -Walter Winchel

¿Cómo nos describe la psicóloga las relaciones tóxicas?

Las relaciones tóxicas no nos proporcionan cosas buenas, sino que nos hacen sufrir. ¿Te sientes agobiado o agobiada, como atrapado en tu relación de pareja? ¿Sientes que tu relación de pareja solo te proporciona tristeza? ¿Sientes que tu pareja no te respeta y te hace daño?

Relaciones tóxicas

La relación tóxica es aquella en la que una, o incluso las dos personas están sometidas a un gran desgaste y experimentan más sufrimiento que placer y alegría por estar juntos. Generalmente, en parejas con una relación tóxica los momentos de felicidad son escasos y efímeros mientras que los desencuentros son constantes.

Lo más usual es que una de las dos personas asuma el rol dominante adueñándose de la situación y causándole daño al otro, ya sea de manera directa, recurriendo a la agresividad verbal, o de manera subrepticia generando un intenso sentimiento de culpa y socavando su autoestima. Esta persona trata al otro como si fuera un objeto, lo minimiza, intimida e incluso fomenta sus miedos e inseguridades para obtener así el control, llegando al maltrato psicológico. Otras veces las dos personas se hacen daño mutuamente, es el caso de las parejas con un alto nivel de intensidad emocional que tienen discusiones constantes.

Causa de las relaciones tóxicas

No suele ser una única causa la que genera la relaciones de pareja tóxica, ya que suelen ser varios los factores que influyen. Una relación siempre es cosa de dos, y aunque muchas veces el rol de víctima y de verdugo no están tan claros, en algunos casos las dos partes se hacen daño mutuamente.

El hecho de que exista una persona dominante implica que hay otro que asume el rol de la víctima. Lo más usual en las relaciones tóxicas es que este miembro de la pareja sufra en silencio y se niegue a analizar los hechos con objetividad, por temor a que la relación llegue a su punto final. Casi siempre esta persona todavía ama al otro o se siente atada por una fuerte dependencia emocional.

Perfil de la víctima en una relación tóxica

En una relación tóxica de pareja lo usual es que quien asume el papel de la víctima sea una persona insegura y con una baja autoestima que necesita muestras de cariño y afecto y siente terror a la soledad y rechazo.

Las personas que se mantienen en relaciones toxicas suelen sentir miedo a seguir adelante y se aferran a una relación aunque esta sea destructiva. Otro grupo de personas mantienen este tipo de relaciones por la creencia de proteger el rol social de esposo/a y progenitor dejando de lado su bienestar psicológico.

Perfil dominante en una relación tóxica

Puede que se entienda que la persona que asume el rol dominante es una persona segura, todo lo contrario, suele ser una persona con una gran inseguridad, pero intenta esconder esta faceta controlando al otro. Para lograr imponerse no duda en echar mano a la manipulación y en minimizar los esfuerzos de su pareja.

Qué hacemos para salir de una relación tóxica

Son muchas personas atrapadas en relaciones tóxicas con dependencia emocional, enganchadas totalmente a la otra persona.  La buena noticia es que si te encuentras en una relación de este tipo, es posible salir de ella, ya sea cortando definitivamente los lazos o avanzando hacia una relación más madura. Lo más importante es que sepas que amar no significa anularse, el amor sano es aquel en el cual sus dos miembros pueden crecer como personas porque se alimentan el uno del otro en una relación de iguales, no de dominador y sumiso.

Sin embargo, si llevas mucho tiempo en una relación tóxica, quizás no te resulte tan sencillo salir de ella. A menudo hay tantos conflictos por resolver que la ayuda de un psicólogo es imprescindible. No dudes en darte una oportunidad para ser feliz, podemos ayudarte, ya sea mediante una terapia de pareja, para salvar la relación, o mediante una terapia individual si tienes claro que con la persona con la que compartes tu vida no puedes ser feliz, pero no encuentras las fuerzas para poner fin a la relación de pareja.

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“La señal de que no amamos a alguien es que no le damos todo lo mejor que hay en nosotros.” -Paul Claudel

Psicóloga para miedo al compromiso

En general, las relaciones de pareja no son fáciles, siempre conllevan cierta dosis de tensión y conflictos. Sin embargo, algunas personas se sienten como pez en el agua con naturalidad y sin ansiedad. Para otras, establecer y mantener una relación no es tan fácil, ya que esta representa una fuente de tensión considerable. Entre las causas se suele esconder el miedo al compromiso, o incluso, en casos más graves, una importante fobia.

Es posible, que si estás leyendo esto es porque quieres superar ese miedo, para ser capaz de construir y compartir con otra persona que te aporte seguridad y estabilidad.

En Celabpsi trabajaremos las inseguridades para superar el miedo al compromiso en la pareja.

Características de las personas con miedo al compromiso

Las personas con miedo al compromiso no se comportan de la misma manera. Hay quienes se encierran en sí mismas y no buscan nuevas relaciones. En algunos casos intentan ocultar su problema enamorándose de personas imposibles o buscando una pareja “perfecta”. Sin embargo, se trata de un mecanismo de autosabotaje ya que así no se ven obligadas a mantener una relación real, y colocan el problema fuera de sí.

En otros casos, las personas con miedo al compromiso pueden ser verdaderos conquistadores, ya que experimentan la necesidad de mantener una pareja estable, aunque cuando la relación comienza a volverse más seria, se sienten confundidos y dan un paso atrás. Esto se debe a que se sienten incómodos con las expectativas que han puesto en ellos/as.

Independientemente de las distintas forma de comportarse, en la base del miedo al compromiso se encuentran patrones de pensamiento y sentimientos comunes.

  • Te cuesta tomar decisiones personales porque le temes a los cambios.
  • Eres muy independiente y te aterra la idea de depender de alguien.
  • Te gusta tener todo bajo control, incluso a las personas que conoces.
  • No te resulta fácil expresar tus emociones y sentimientos.
  • A veces te sientes inseguro/a.
  • Valoras por encima de todo tu libertad y te atemoriza la idea de perderla.
  • Te sientes un poco incómodo/a con la intimidad porque no te gusta compartir tus emociones más profundas.
  • Estás muy orientado/a al logro de tus objetivos, hasta el punto que en muchas ocasiones el resto de las cosas son secundarias.


Causas de miedo al compromiso

El miedo al compromiso se ha relacionado al hombre, pero también hay muchas mujeres que temen perder su independencia.

Las causas del miedo a comprometerse pueden ser:

  • miedo a perder algo, ya sea nuestra independencia o libertad
  • perder el control sobre nuestra vida y nuestros sentimientos, a perdernos a nosotros mismos.


El miedo no es negativo, es un mecanismo de alerta que nos protege de algo que percibimos que puede hacernos daño. Sabemos que todos guardamos un lugar donde nos sentimos seguros, al que llamamos nuestra zona de confort. El miedo lo comenzamos a sentir en el momento en el que vemos peligrar dicha zona de confort, es decir, cuando creemos que va a producirse un cambio que puede desestabilizar nuestra seguridad.

Cuando conocemos a personas nuevas que pueden convertirse en posibles parejas, tendrás que hacer cosas nuevas, modificar ciertos hábitos, arriesgarte… Y eso, no siempre es fácil, sobre todo porque también suele implicar que tendrás que ceder en algunos aspectos. Después de todo, una relación de pareja es cosa de dos y también demanda sacrificios.

A veces, el miedo a conectar con el otro también tiene que ver con el miedo a perderse a sí mismo, a depender de alguien. Hay personas que han desarrollado un fuerte sentido de la independencia y la autonomía, por lo que rechazan a nivel inconsciente la idea de mantener una relación que pueda crear lazos de dependencia pues, de cierta forma, sería como negar su esencia.

Para otras personas, la posibilidad de fracaso, a que la relación salga mal, y a sufrir, les produce miedo. En esos casos, cuando conocemos a una persona que nos atrae e iniciamos una relación con ella, no nos entregamos del todo, no nos comprometemos. Como resultado, la relación no avanza, no evoluciona y se estanca.

En algunos otros casos el miedo al compromiso proviene de una mala historia sentimental. Si la persona ha tenido una relación de pareja que le ha causado daño y le ha hecho sufrir, puede hacer una generalización errónea y pensar que todas las relaciones serán así. Por eso, inconscientemente, se protege del amor y el compromiso.

También se sabe que las heridas de la infancia pueden estar en la base del miedo al compromiso. Si la persona ha sufrido abusos o traumas durante la niñez o si ha estado expuesta a una dinámica familiar complicada, es posible que experimente cierto rechazo a mantener una relación de pareja estable. Esto se debe a que no se creó un apego seguro durante los primeros años de vida y, en su interior, sigue pensando que los otros no son de fiar, por lo que protege celosamente sus sentimientos.

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Pautas del psicólogo para solucionar los problemas de convivencia

Hay distintas razones por las que puede que hayas decidido vivir con tu pareja:

  • Razones económicas. Si compartís piso, ahorráis en vuestros gastos.
  • Planes de futuro o matrimonio. Ya lleváis un tiempo saliendo juntos y queréis dar un paso más.
  • Independencia de la casa de los padres. A cierta edad, conviene independizarse.
  • Compañía. Quizá hayas estado solo/a durante algún tiempo y ya es hora de compartir una vivienda con otra persona.
  • Deseo de mayor intimidad. Os queréis y queréis estar juntos cuanto más tiempo mejor, y disfrutar de la intimidad que da la convivencia


Cuando las parejas deciden vivir juntas tienden a idealizar la vida en pareja, pero cuando comienzas a vivir con otra persona, hay muchos conflictos que pueden aparecer en la convivencia. Estos problemas pueden aparecer en la primera fase de la convivencia hasta que se produzca un acoplamiento de las dos personas y una adaptación a la nueva situación, o pueden aparecer como resultado del desgaste de la pareja a lo largo del tiempo.

En cualquier caso, si la convivencia no es buena es necesario trabajar en ello para conseguir limar las diferencias y que la relación pueda mejorar.

Si te encuentras en un momento en el que se han incrementado los problemas de comunicación en tu pareja…

Si discutís por cualquier cosa y la convivencia se hace muy difícil…

Si os resulta muy complicado llegar a acuerdos…

Si deseas conocer técnicas que os ayuden a lograr una convivencia armónica, cuenta con nuestra ayuda.

¿Te imaginas una vida en pareja satisfactoria y enriquecedora? Te invitamos a seguir leyendo.

Qué son los problemas de convivencia

Cuando dos personas se juntan y deciden vivir juntos, se combinan dos personalidades, dos formas de ver la vida y el compromiso.

Los problemas de convivencia aparecen cuando hay opiniones distintas en horarios, organización, reparto de tareas a realizar, compras o limpieza del hogar.

Normalmente, antes de mudarse a la vivienda en común, no se han realizado acuerdos previos o no ha existido una buena comunicación.

En muchas ocasiones, también hay un desconocimiento en una o en las dos partes a la hora de responsabilizarse del mantenimiento de un hogar.

Por qué hay problemas de convivencia

Además de las causas ya mencionadas, desconocimiento o ausencia de comunicación previa, puede haber más causas que influyan en los problemas de convivencia.

  • Poco compromiso con la pareja o el matrimonio. En realidad, la persona no está preparada.
  • Una de las partes se ha casado por presión. Por ejemplo, presión familiar o por querer tener un hijo.
  • Dar por hecho que llevar una vida en común es sencillo. Tampoco es difícil pero hay una serie de requisitos o cambios que debemos hacer.
  • Altas expectativas del matrimonio, idealización poco realista y desilusión posterior.
  • Problemas económicos no resueltos. A veces, no se ha hablado de cómo se aportan los ingresos o cuándo y cómo trabaja cada parte de la pareja.
  • Diferencias en los puntos de vista sobre cuestiones prácticas de la convivencia.
  • Desigualdad en la pareja, uno de los dos tiende a querer dominar al otro o no está dispuesto a realizar los cambios que supone convivir con otra persona.


Cuándo pedir ayuda

Hay un momento en el que los problemas de pareja se hacen más graves y pueden destruir una pareja. Si en tu relación, hay algunos de estos síntomas, es el momento de pedir ayuda:

  • La comunicación se ha roto. Ya no habláis de sentimientos. Ya no compartís vuestros retos o manifestáis emociones.
  • Falta de deseo sexual. A una de las partes, no le apetece mantener relaciones sexuales.
  • El romanticismo ha desaparecido. No se dan las cenas románticas, las sorpresas y los detalles en días especiales.
  • Diferencia de intereses. Te has dado cuenta de que no perseguís los mismos objetivos de pareja o ya no habláis de futuro.


Consecuencias de problemas de convivencia en la pareja

Las consecuencias desagradables cuando los problemas de comunicación aumentan son muchos. ¿Estás ya teniendo algunos de ellas?

  • Horarios distintos. Cada uno va a su horario. Casi ni coincidís.
  • Posibilidad de divorcio o separación. La ruptura es la decisión más grave pero muy común. No ha funcionado el acuerdo de pareja.
  • Peleas constantes que dificultan mucho la convivencia.
  • Problemas en tu entorno familiar o de amistades. Ya no eres el mismo/a. Estás más irritado/a ante cualquier situación. No puedes disimular lo que ocurre en tu casa.
  • Depresión. Tras la tristeza por no haber cumplido tu sueño de vivir en pareja, las personas con problemas de convivencia pueden desarrollar depresión.
  • Ansiedad o estrés. Te sientes desbordado, quieres a tu pareja pero no sabes cómo reconducir la situación.
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Psicóloga para terapia de pareja: ¿dudas de si quieres a tu pareja?

No sé si le quiero.”

“¿Cómo estar seguro/a de que me ama?”

“¿Será la persona indicada para mí?”

“¿Realmente le amo?”

Si te planteas continuamente cómo saber si quieres a tu pareja, hasta tal punto de que esta idea llega a ocupar gran parte de tu jornada y te causa desazón, es probable que estés sufriendo un TOC de amores.

¿Qué es el TOC de amores?

Dentro de los diferentes tipos de trastornos obsesivo-compulsivos, el TOC de amores es uno de los menos conocidos, pero eso no significa que sea menos frecuente. De hecho, cada vez más personas acuden a las consultas de psicología afligidas por este problema.

Se estima que aproximadamente el 1% de la población sufre el TOC de amores, aunque las cifras podrían ser mayores, ya que muchas personas no solicitan ayuda especializada.

El TOC de amores es un trastorno que se caracteriza por la presencia de ideas obsesivas sobre si se ama o no a la pareja. La pregunta “¿cómo saber si quiero a mi pareja?” ronda continuamente la mente sin encontrar una respuesta satisfactoria.

En otros casos, las dudas recaen sobre el otro, la persona se pregunta “¿mi pareja me quiere realmente?”. Sin embargo, cualquier prueba de amor es obviada, por lo que la incertidumbre continúa levitando en el aire.

En ambos casos, la persona aquejada por este trastorno pasa gran parte del día pensando en su situación, con el consecuente malestar que ello provoca. Lo curioso es que en un instante puede amar intensamente a su pareja, hasta el punto de querer pasar con ella el resto de su vida y, al instante siguiente, puede sentirse atenazada por las dudas y desear romper.

No sé si le quiero: ¿Cómo saber si se tata de dudas legítimas o de un trastorno?

La mayoría de las personas han tenido dudas sobre su relación de pareja y sus sentimientos, es algo normal, sobre todo cuando se atraviesa por momentos particularmente complejos. Sin embargo, en las personas con TOC de amores estas dudas surgen sin motivo aparente y son inmunes a la evidencia.

Algunos de los síntomas del TOC de amores son:

  • Ideas obsesivas sobre la intensidad y/o la veracidad del amor. La persona tiene dudas constantes sobre la intensidad de su amor hacia el otro o se pregunta si su pareja le ama realmente. También es común que se obsesione con detalles como su aspecto físico, su grado de inteligencia o sus habilidades sociales.
  • Intrusiones visuales que intensifican los pensamientos obsesivos. La persona con TOC de amores deja volar su fantasía y se imagina a sí misma con otro/a o imagina a su pareja siéndole infiel. Estas imágenes no le satisfacen sino que le atormentan pero le resulta imposible detenerlas.
  • Permanece en la duda. La mayoría de las personas no necesitan buscar pruebas de que aman a su pareja. Sin embargo, quien sufre un TOC de amores permanece en una duda constante porque necesita una certeza absoluta, por lo que busca en su cabeza argumentos a favor y en contra, intentando encontrar una respuesta a si quiere o no a su pareja.

Además, existen algunos patrones de comportamiento y formas de pensar que acompañan y sustentan este problema:

  • Intolerancia a la incertidumbre. Esta persona no es capaz de lidiar con la más mínima señal de duda, cualquier inquietud adquiere inmediatamente proporciones colosales en su mente, hasta llegar a convertirse en una obsesión.
  • Pensamiento polarizado. Se desarrolla un pensamiento del todo o nada que le conduce a ver la vida en blanco y negro. Por consiguiente, ni siquiera contempla la posibilidad de que una crisis de pareja se pueda resolver. Para esta persona la relación es intensa y satisfactoria o no existe.
  • Incapacidad para mantener bajo control los pensamientos. Uno de los principales problemas del trastorno obsesivo-compulsivo es que, aunque la persona se plantee dejar de dudar de su relación de pareja o incluso disfrutar de esta, no es capaz de controlar esas ideas indeseadas, por lo que estas continúan generando angustia e incertidumbre.
  • Sensación de culpa permanente. Las dudas sobre la pareja o la relación desencadenan una profunda sensación de culpa, ya que en verdad la persona no desearía tenerlas. Ideas como “no debería dudar de él/ella” o “merece a alguien mejor que yo” le atormentan continuamente y le hacen sentir mal.

 

¿Por qué surge el TOC de amores?

Lo usual es que las dudas aparezcan a partir de un hecho puntual, que se convierte en la situación desencadenante del trastorno.  En ocasiones las dudas aparecen cuándo en la relación se plantea dar un paso más hacia un mayor compromiso o por el contrario, la relación ya no es tan intensa como antes debido a la rutina o la otra persona hace algo que produce una decepción.

No obstante, esta situación no es necesariamente fruto de un problema en la relación de pareja o de una crisis, el desencadenante puede ser prácticamente cualquier cosa, incluso una simple película. De hecho, el principal problema de las personas con un TOC de amores radica en que comparan continuamente su relación con las que ven a su alrededor o en la pantalla, sin darse cuenta de que estos son ideales. Como resultado, concluyen que su relación es menos intensa o que no existe una conexión emocional.

Un estudio realizado en la Universidad de Nevada desveló que la mayoría de las comedias románticas generan expectativas irreales sobre la pareja, como resultado, muchas personas se sienten insatisfechas con el tipo de relación que mantienen.

En algunos casos las dudas surgen debido a relaciones pasadas fallidas, que han sentado las bases para que la persona enfrente sus próximas relaciones con desconfianza o miedo al compromiso. También puede influir el que hayan vivido de niños el divorcio de sus padres o un ejemplo de relación de pareja insano en el seno familiar.

No obstante, tampoco se puede obviar el hecho de que los trastornos obsesivo-compulsivos tienen un componente genético,  por lo que es probable que alguien en la familia también haya sufrido un TOC o un trastorno de ansiedad.

La consecuencia de la duda permanente

El resultado más frecuente del TOC de amores es la ruptura de pareja ya que las dudas constantes terminan minando la relación. La persona que sufre este problema es incapaz de comprometerse, no porque no le interese la relación sino porque se siente embargada por demasiadas emociones negativas.

De esta forma, lo más usual es que se vea inmersa en un bucle de negatividad que la conduce de una relación a otra, sin encontrar alguien que la satisfaga completamente. De hecho, a menudo ni siquiera puede dar una explicación convincente sobre la ruptura, ya que ni siquiera ella misma comprende qué ha sucedido. Así pone punto final a relaciones que podrían haberle hecho feliz.

 Por otra parte, los pensamientos obsesivos causan una profunda ansiedad y angustia, sensaciones que convierten su día a día en un infierno. En otros casos, esas obsesiones dan lugar a ataques de celos o infidelidades.

Algunas personas optan por evitar las situaciones que consideran “peligrosas” por lo que prefieren encerrarse en casa con su pareja. Así, poco a poco van restringiendo su círculo social y de actividades, hasta que la relación se convierte en una cárcel para ambos.

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