Psicòlogo obesidad Granada

El psicòlogo de obesidad en Granada nos cuenta que es

La obesidad al igual que otros trastornos alimentarios necesitan de especialistas que ayuden y determinen las alteraciones psicológicas que influyen en ella. Existen una serie de alteraciones psicológicas que con frecuencia observamos en personas con obesidad. Por lo que, es importante dar importancia y tratar a todas las personas que buscan ayuda desde una perspectiva integral y personal. En Celabpsi nos centramos en generar cambios que no sean puntuales y que se transformen en profundos y mantenidos en el tiempo.

  1. Distorsión o insatisfacción de la imagen corporal:
    A menudo las personas que padecen obesidad tienen una imagen corporal negativa y/o distorsionada que dista de la realidad. Ambas realidades generan malestar, sufrimiento e incluso rechazo, que conviene trabajar y readaptar para liberar esta insatisfacción corporal.
  1. Descontrol, desorden y alteraciones en el comportamiento/ relación con la comida: 
    Aquí entran en juego múltiples elementos, desde aquellos aspectos que cada persona tiene en cuenta a la hora de alimentarse, de escoger lo que come, cómo lo come, etc.. Hasta aspectos más esenciales como patrones o tendencias familiares, gestión de nuestras emociones ligadas a la comida, etc.
  1. Trastornos psicológicos como: ansiedad y depresión:
    Tanto la ansiedad como la depresión dificultan el bienestar de la persona y en el contexto de la obesidad, suponen una barrera que dificulta la mejora del tratamiento, por tanto, conviene tenerlos en cuenta, evaluar su existencia y darles prioridad en su caso, adaptando el mejor tratamiento psicológico.
  1. Dificultades en las relaciones:
    La mayoría de las persona con obesidad presentan dificultades en las relaciones sociales y/o familiares, ya sea por causas externas como el valor social de la delgadez y el consiguiente aislamiento de la persona que no cumple con él o bien por causas internas propias del individuo que atienden a dinámicas familiares y que pueden estar favoreciendo el problema del peso.

    Además, en personas con obesidad se da con mayor frecuencia dificultades en el área sexual, comportando también consecuencias psicológicas que conviene considerar.
  1. Baja autoestima: 
    La autoestima se ve afectada en la mayoría de las personas que padecen sobrepeso u obesidad. Esto no quiere decir que exista en todos los casos pero sí en muchos de ellos, además de estar muy ligada a la imagen corporal negativa.
  1. Hábitos inadecuados de estilo de vida:
    El caos en la alimentación a menudo puede conllevar que se extrapole o contamine al caos de otros hábitos como la actividad física, el descanso, etc. La dificultad añadida en casos de sobrepeso y obesidad es el mantenimiento de los logros y los cambios conseguidos ya que en muchos casos, se trata de cambios superficiales que no se mantienen a largo plazo y que dificultan a su vez, la motivación, una buena salud y la adherencia al tratamiento.

¿Còmo afrontamos un problema de obesidad?

La intervención psicológica en obesidad es cada vez una realidad más necesaria e imprescindible. Como cualquier otro proceso terapéutico, el tratamiento psicológico pretende dar solución o mejora a todos los posibles problemas que la persona padece entorno al problema del peso, de forma adaptada y englobando desde problemas interpersonales como problemas relacionales de pareja, etc.

Cada caso es distinto y no podemos generalizar, no obstante, existen una serie de objetivos terapéuticos iniciales que se centran en dar solución cuando se inicia un proceso de terapia en casos de obesidad y que van mucho más allá de un objetivo ponderal o de una dieta hipocalórica. Entre los que destacamos:

  • Diferenciar si existe un problema de trastorno del comportamiento alimentario ya que en muchos casos con sobrepeso y obesidad convive un problema o alteración de la conducta alimentaria como el trastorno de atracones o la bulimia nerviosa.
  • La existencia de la obesidad como causa o consecuencia con tal de dar prioridad a aquellos desajustes que sean más necesarios para trabajar y con tal de valorar en cada caso el modo de funcionamiento de la persona y las variables que hay implicadas y que están manteniendo el problema del peso.
  • Normalizar la relación con la comida y con el cuerpo como constructo de imagen corporal, basada en la aceptación, en la compasión y en la satisfacción, sin caer en el otro extremo, la ortorexia.
  • Un trabajo conjunto integral y multidisciplinar, donde es imprescindible la constante comunicación y coordinación con otros profesionales implicados en la mejora de la condición de la obesidad: nutricionistas, médicos especialistas, trabajador ocupacional, psicólogos, entre otros.
  • Trabajar la autoeficacia, la motivación, la psico-educación y el control interno u otros aspectos que tienen un papel activo y directo en el mantenimiento de unos hábitos saludables de estilo de vida.
  • Ofrecer herramientas, hay muchas y muy variadas y a cada persona le puede resultar útil o no aplicar cada una de ellas. El autoconocimiento de cada persona es clave para determinar una transformación y un cambio permanente frente a un problema, en este caso, un problema relacionado con el exceso de peso.

“Los cuerpos perfectos no existen, solo existen los cuerpos reales.” -Anónimo

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