Psicòlogo crisis de pareja Granada

Son varias las razones por las que una pareja puede entrar en crisis, ya sea porque es vuestro primer año viviendo juntos o porque lleváis muchos años casados, vuestra pareja puede haber entrado en crisis. Las crisis de pareja no es algo anormal o aislado. Es algo que ocurre en muchas parejas y lo importante es salir de ese estado de estancamiento donde la relación no es un lugar donde crecer, sino más bien un obstáculo para nuestra felicidad.

¿Te resulta familiar? ¿Te encuentras en un caso parecido? ¿Deseáis daros otra oportunidad? ¿Necesitas aclarar tus dudas de pareja?

Para este tipo de situaciones la pareja necesita el apoyo de un profesional para llevar a cabo una terapia de pareja y poder solucionarlo a tiempo.

Crisis de pareja

Denominamos “crisis de pareja” cuando hay conflictos sin resolver o ansiedad acumulada y ninguna de las dos partes se siente preparada o con fuerzas para solucionarlo. Con el tiempo, si la comunicación o la solución no llegan, la pareja se va distanciando y puede llegar a romperse.

Es cierto, que la mayoría de las parejas atraviesan varias crisis a lo largo de su relación, un estado en el cual es imprescindible que se produzca un cambio en el estado de las cosas. De hecho, debemos saber que las crisis suelen provocar una tensión que demanda para ambas partes una transformación en el repertorio habitual de comportamientos y hábitos que la pareja ha ido poniendo en práctica.

La crisis no podemos verla como algo negativo en sí mismo. Es verdad que conlleva una etapa difícil y de angustia, pero, por otra parte, también representa una oportunidad. Cuando una pareja pasa por una crisis suele vivir momentos de confusión, ya que las estrategias a las que había recurrido hasta el momento dejan de ser eficaces.

Con el paso del tiempo, superar una crisis significa activar nuevos comportamientos, hábitos y capacidades que permite a la pareja lograr un nuevo equilibrio, quizá mucho más satisfactorio que el anterior, ya que a lo de esta etapa ambos miembros han madurado y han aprendido a conocerse mejor.

Por eso, las crisis de pareja pueden implicar un alto grado de incertidumbre y ansiedad, pero también son una oportunidad para fortalecer la relación.

Sìntomas de una crisis de pareja

Generalmente, una crisis no se instaura de manera repentina en la pareja, sino que sucede de manera progresiva. Cuando detectes alguno de los siguientes grupos de síntomas, habrá llegado el momento de buscar ayuda especializada:

  • Sientes que ya no tienes nada en común con tu pareja, has perdido el gusto por hacer cosas juntos.
  • Uno de los dos o ambos os habéis abandonado en cuanto al cuidado de vuestro cuerpo, hábitos …
  • Cuando surge una discusión, normalmente termina pronto porque ninguno quiere entrar en el debate o las discusiones son demasiado constantes e intensas.
  • Ya no hay relaciones sexuales, el deseo prácticamente ha desaparecido y con él la intimidad.
  • Una parte pone continuamente a prueba a la otra, generando una situación marcada por la tensión y el agobio.
  • Las diferencias aparecen continuamente a lo largo de la relación y se convierten en un obstáculo para tomar decisiones que sean satisfactorias para ambos.
  • Experimentas una sensación de incomodidad permanente ante todo lo que hace o dice tu pareja, pues comienzas a centrarte exclusivamente en sus defectos.
  • Una de las dos personas realiza continuamente críticas destructivas, ya sea con la intención de herir al otro o por el simple hecho de criticar.
  • Se instaura un estilo de comunicación sarcástico o despreciativo, el cual indica que los miembros de la pareja han dejado de valorar las características positivas del otro.
  • Adoptas una actitud defensiva ante los comportamientos de tu pareja, esperando que llegue un ataque en cualquier momento.

«¿Cuánto estás dispuesto a sacrificar por Amor?» -Charlie Braun

Causas de las crisis en la pareja

Las causas pueden ser múltiples, pero si es cierto que cuando dos personas empiezan una relación pasan por una fase de enamoramiento en la que predominan las expectativas idealizadas. Conforme pasa el tiempo, la convivencia nos enseña otra faceta de nuestra pareja idealizada, dejándonos ver a nuestra pareja de manera real. Los problemas del día a día hacen que cada miembro adopte una postura más crítica para con el otro y que descubra sus “defectos”. En este punto no es extraño que surjan pequeñas tensiones o incluso conflictos en toda regla, que cada pareja debe aprender a resolver si desea continuar adelante. De hecho, casi todas las parejas son vulnerables a ciertas áreas conflictivas, ya que abren antiguar heridas.

En una relación se atraviesan por diferentes etapas, que generan situaciones particularmente complicadas que pueden dar lugar a conflictos. Desde el Modelo Sistémico de Terapia Familiar, hacemos referencia 6 etapas en las que es más común que surja una crisis:

  1. Formación de la pareja y noviazgo, hasta el nacimiento del primer hijo
  2. Nacimiento del primer hijo, hasta la inclusión del último en la escuela
  3. Desde la escolarización hasta la adolescencia de los hijos
  4. Desde la adolescencia de los hijos hasta el abandono del hogar familiar
  5. Fase post-parental, en la cual puede aparecer lo que se conoce como “síndrome del nido vacío”
  6. Retiro de la vida laboral activa

Todas las etapas requieren de paciencia y herramientas para enfrentar situaciones nuevas, por lo que la pareja no siempre cuenta con los recursos psicológicos adecuados. De hecho, cuando la pareja ha construido a su alrededor una estructura demasiado rígida, aparece la resistencia al cambio y se genera una crisis, la cual también suele traer los conflictos no resueltos, que se han mantenido latentes a lo largo del tiempo.

Sin embargo, las llamadas “crisis de transición” son especialmente positivas, ya que tienen la función de permitirle a la pareja pasar a la siguiente etapa de su vida realizando los cambios necesarios en su estructura y forma de relacionarse.

Existen otras situaciones que pueden desembocar en una crisis de pareja, como:

  • La pérdida del apetito sexual y, como consecuencia, de la intimidad. Aunque se debe aclarar que la crisis no suele aparecer como resultado de los problemas sexuales, sino como consecuencia de las repercusiones que estos tienen en la relación.
  • Las dificultades en la comunicación que no se han resuelto a su debido tiempo.
  • Las diferencias importantes en la forma de actuar, por ejemplo, en lo que respecta a la educación de los hijos, el control de la economía doméstica o las relaciones con las respectivas familias de origen.
  • La infidelidad de uno de los miembros, que normalmente conduce a una situación de desconfianza y resentimiento.
  • Las costumbres diversas, marcadas por diferencias culturales que salen a relucir en el día a día.
  • Las visiones diferentes sobre lo que se espera de la relación de pareja y el grado de compromiso con esta, lo cual hace que uno de los miembros no se sienta correspondido.

Contacto

Camino de Ronda, 82 1ºF

Correo electronico

Lunes a jueves: 10:00h a 20:30h
Viernes: 10:00h a 19:30h