¿Hace tiempo que piensas que tu autoestima podría ser la responsable de muchas otras dificultades? o ¿te consideras una persona con baja autoestima? Si alguna vez te has planteado estas cuestiones, responde a las siguientes preguntas lo más honesto que puedas:
- ¿Sueles pensar que no vales nada?
- ¿te desanimas incluso antes de comenzar un proyecto nuevo?
- ¿Crees que no eres capaz de hacer las cosas bien y que los demás siempre las hacen mejor?
- ¿Achacas las cosas buenas que te han pasado a la suerte y piensas que realmente no las mereces?
Si has sido sincero/a y has respondido de manera afirmativa a las preguntas anteriores es probable que tu autoestima necesite de un profesional que pueda orientarte.
¿Qué es la Autoestima?
La autoestima son los sentimientos con los que nos hablamos o nos caracterizan, es como interpretamos y cómo nos sentimos con nuestros comportamientos, actitudes, habilidades, logros y fracasos. La autoestima representa nuestra valía y el aprecio que nos tenemos. Es una relación que se forja con los años, construyendo nuestro “yo” y que está determinada por la forma en que respondemos a las situaciones que se nos han presentado en la vida.
En general, el ser humano suele prestar excesiva atención a los fracasos e infravalorar los éxitos y los logros, por lo que en una persona con baja autoestima esta condición se focaliza aún más. Una persona demasiado exigente consigo misma, no valorará sus los logros y terminará desarrollando una baja autoestima. Este tipo de percepción inadecuada de nuestras capacidades y potencialidades nos limita como personas y genera una profunda sensación de infelicidad, o en los casos más graves depresión o ansiedad.
Detectamos la baja autoestima si …
- No te aceptas tal como eres.
- Siempre te exiges más y más. Eres demasiado perfeccionista. Minimizas tus logros y nunca es suficiente.
- Das una importancia exagerada a tus defectos.
- Te sientes culpable cuando cometes errores y no aprendes a perdonarte.
- No confías en tus capacidades.
- Tienes miedo al fracaso y a los cambios.
- Tienes muy en cuenta la opinión de los demás y requieres de su aprobación para sentirte bien.
- No aceptas bien las críticas.
- Tienes dificultades para expresar tus sentimientos por miedo al rechazo de los demás.
- Te comparas con otros o tienes sentimientos de inferioridad.
- Te cuesta mucho decir NO.
- Tienes hábitos de vida poco saludables.
Causas
Existen situaciones y experiencias que causan problemas en la autoestima, como:
- La desaprobación de las figuras de autoridad. Las figuras de autoridad, como los padres y profesores, ejercen una profunda influencia durante la niñez. Si has crecido escuchando que todo lo que haces está mal, es muy probable que esas frases las hayas hecho tuyas y tengas baja autoestima.
- Padres poco afectuosos. Para crecer y desarrollar una autoestima sana, es fundamental sentirse queridos. Puede resultar igual de dolorosa una frase humillante como la indolencia afectiva. Si de pequeño tuviste unos padres indiferentes emocionalmente, es probable que hayas internalizado esa carencia como que no eres merecedor de afecto.
- Educación sobreprotectora. Solemos recordar que los extremos nunca son los más adecuados, y en este caso, unos padres demasiado sobreprotectores que impiden (sin darse cuenta) que sus hijos desarrollen sus propias capacidades, conllevará problemas para enfrentar los problemas de la vida y creer que no vales como persona al superar los obstáculos.
Chequeamos nuestra autoestima
Autorespeto:
Nos referimos al respetarse a si mismo y tratarnos bien.
Autoconcepto:
Es la imagen que cada persona tiene de sí misma, junto con la capacidad de autorreconocerse.
Autoaceptación:
Nos aceptamos a nosotros mismos, con lo bueno y no tan bueno, para mejorar o cambiar lo que podamos y queramos.
Autoconocimiento:
Es el conocimiento propio, es la madurez que consigue la persona al conocer sus cualidades y defectos, apoyándose en los primeros para mejorar los segundos.
“Recordamos las críticas, las cosas que hacemos mal, las ofensas… y nos olvidamos de recordar todos nuestros éxitos, elogios, halagos”
Claves como aumentamos la autoestima
- No te machaques
No somos perfectos y tenemos multitud de virtudes que nos diferencian. Nuestra intención es ser feliz, y para eso, debemos querernos y aceptarnos tal y como somos. Recuerda valorar todo aquello que sabes hacer bien y no desprecies o minimices tus éxitos.
2. Piensa en positivo
Dales un giro a tus pensamientos. Comienza a formular las frases en positivo y de manera afirmativa. “lo conseguiré” “voy a intentarlo”…
3. Revisa tus metas
Aseguremos que nuestras metas son realistas y posibles de alcanzar. Si no las conseguimos, aprendemos, pero nunca nos culpabilizamos.
4. No te compares con nada ni nadie
No idealices o envidies a otros, lo único que conseguirás era sentirte mal. Céntrate en ti. Todos tenemos mil cosas que aportar y que nos diferencian del resto.
5. Acéptate y perdónate
Si te sientes culpable, escribe todo aquello que te haga daño y deséchalo; valora lo que puedes mejorar y lo demás deséchalo. Comenzar de cero es posible.
6. Disfruta de las críticas constructivas sobre ti mismo
Dirígete a ti mismo de la mejor forma posible, sin culpas ni reproches.
7. Háblate con cariño y respeto, SIEMPRE
Demuéstrate que eres lo mejor que te ha pasado. Puedes y debes ser feliz. Contagia a las personas de tu alrededor con tu optimismo.
8. Dedícate tiempo
Haz una lista de las actividades que te hagan feliz y busca tiempo para dedicártelo. Es la mejor manera de volver a encontrarse a uno mismo.
9. Descarga las piedras de tu mochila
Arrastrar una mochila cargada de lastres que no significan nada y no nos aportan nos mantienen sin fuerzas y paralizados.
10. Antes de dormir…
Piensa en todas las cosas agradables y buenas que te han sucedido durante el día, los objetivos superados y los errores que nos harán aprender y mejorar. Tú eres la única persona que puede cambiar tu vida